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viernes, 8 de marzo de 2013

El caudal del río Guadalquivir alcanzó una altura de casi 5 metros a su paso por el azud de Alcolea.




DIARIO CÓRDOBA

 Iznájar superó el 93% de su capacidad, mientras Bembézar y Guadalmellato llegaron hasta el 96%



F. EXPÓSITO 08/03/2013


A las diez de la mañana de ayer había más de 50 puntos de la cuenca del Guadalquivir en los que llovía. La situación se fue tranquilizando a medida que pasaba el día, pero la incertidumbre fue creciendo conforme crecía el nivel del río y de los embalses.
 Los responsables de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, pero también los encargados de protección civil se mantienen hoy preparados para hacer frente a las emergencias que se puedan producir, aunque anoche parecía controlada la situación. Las lluvias que se prevén para hoy son menores que las que se registraron ayer (22), pero se mantendrán hasta el domingo tanto en Córdoba como en Jaén, por lo que continuarán subiendo los niveles de los pantanos y los desembalses.

 Eso provocó que los vecinos de las zonas inundables de la capital mantuvieran la incertidumbre al considerar que se ha llegado a un periodo de lluvias con los embalses "muy cargados". Así lo advertía el presidente de la Plataforma de Afectados por las Inundaciones del Guadalquivir, Francisco León


Una joven observa el desembalse del pantano de San Rafael de Navallana..

 Hasta diez embalses aliviaron agua ante la rápida subida de sus niveles. Yeguas, Martín Gonzalo, Guadalmellato, San Rafael de Navallana, Vadomojón, Guadanuño, Sierra Boyera, Puente Nuevo, Bembézar, Iznájar y Retortillo. Bembézar fue el que soltó más agua durante la jornada de ayer, tal y como sucedió también el miércoles. El desembalse medio diario fue de 196 metros cúbicos por segundo. También fue importante el volumen aliviado por Guadalmellato, que llegó a 100 metros cúbicos por segundo de media a las 21.00.
Dos hombres observan cómo el embalse de San Rafael de Navallana alivia agua, ayer por la mañana.
Los embalses de la provincia se situaban ayer al 89,8% de su capacidad a las 8 de la mañana, aunque con el paso del día fue subiendo su nivel. A esa hora almacenaban 3.064 hectómetros cúbicos. Iznájar estaba al 93,3% de su capacidad, mientras que Bembézar superaba el 95% y Guadalmellato se encontraba al 93,7%. Otros embalses de importancia de la cuenca, como La Breña, se encontraba al 87,1% y Yeguas, Martín Gonzalo, Guadanuño y Retortillo estaban por encima del 90%. Conforme transcurría la jornada, pese a que estaban la mayoría aliviando, los niveles siguieron creciendo hasta almacenar una cantidad que se encuentra en el máximo histórico. A las 22.00 horas tenían 3.113 hectómetros cúbicos (91%). Los desembalses se habían paralizado a las 21.30 horas.
El caudal del río Guadalquivir alcanzó una altura cercana a los cinco metros a su paso por el azud de Alcolea. A las 18.45 de ayer estaba a 4,76 metros, después de que a primera hora de la mañana se encontrara sobre los 3 metros y en la noche del miércoles solo estuviera a 2,1 metros, según recogía el Sistema Automatizado de Información Hidrológica (SAIH) del Guadalquivir. Los niveles del río Guadalquivir a su paso por los controles de El Carpio y Villafranca también incrementaron significativamente el agua desembalsada. Si el miércoles, a las 21.00 horas, llevaba un caudal medio de 160 metros cúbicos por segundo en El Carpio, a las 22.00 de ayer estaba en 868. El caudal llegaba a 924 metros cúbicos por segundo en Villafranca. Fuentes de la Confederación del Guadalquivir (CHG) reconocían ayer que la preocupación comenzaba a producirse cuando el río superaba los 700 metros cúbicos por segundo, mientras que a partir de los mil empezaban a producirse inundaciones en parcelaciones de la ciudad de Córdoba. Las medidas preventivas se activaron por el riesgo de inundación entre Alcolea y Guadalvalle, aunque la situación se mantenía estable al cierre de esta edición. A pesar de ello, varios vecinos de Guadalvalle llamaron al 112 alarmados por la crecida.
En el caso de la agricultura, Asaja indicó que no se habían producido daños, aunque sí se han paralizado las labores. La organización advirtió de que no se podía abonar los cultivos por el mal
tiempo.

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