El equipo de gobierno ha anunciado hoy la próxima licitación de la revisión parcial del PGOU de Mijas en el suelo no urbanizable, lo que en la práctica significará la puesta en marcha de la segunda fase del proceso de regularización de viviendas.
La licitación de la revisión, que en los próximos días saldrá publicada en el Boletín Oficial de la Provincia, tendrá un presupuesto de 83.000 euros más IVA, según ha confirmado el concejal de Urbanismo, Manuel Navarro, quien espera “la máxima participación” de estudios o consultoras multidisciplinares en planeamiento, ordenación del territorio, medio ambiente y asesoría jurídica.
Con la futura contratación de la citada revisión del PGOU, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mijas da un nuevo paso en el proceso de regularización de viviendas, iniciado hace varios meses con la aprobación definitiva del documento sobre la delimitación de los asentamientos urbanísticos y de los hábitats rurales diseminados en suelo no urbanizable.
Primer paso por el que se inició “la regularización” mediante la “asimilación de fuera de ordenación” de “numerosas viviendas” que cumplen las condiciones legales exigidas, como que se ubiquen en una única parcela catastral, que sobre la misma no se haya practicado ninguna reparcelación y que hayan prescritos las acciones para la recuperación de la legalidad urbanística.
Con la revisión del PGOU en el suelo no urbanizable, Mijas obtendrá “dos documentos fundamentales” para posibilitar la regularización de viviendas en el campo. Por un lado, el estrictamente urbanístico “que generará normativa y definirá las condiciones que tendrán esos asentamientos urbanísticos” y un estudio de impacto ambiental “que determinará lo que supondrá para nuestro medio natural la implantación de esos asentamientos”, explicó Manuel Navarro.
El documento resultante de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana dará “forma legal” a los asentamientos urbanísticos “que ya existen en Mijas” como Majadilla del Muerto, Entrerríos, La Atalaya, Osunillas, Valtocado, La Alquería y El Hornillo.
Además, según explicó el concejal de Urbanismo, Manuel Navarro, “desclasificará suelo urbano no sectorizado” a fin de “incorporar La Roza como un hábitat rural diseminado” lo que posibilitará también la regularización de las viviendas en dicho espacio del municipio.
El proceso para la revisión del planeamiento durará “unos dos años”, según el edil, quien señaló que el PGOU en suelo no urbanizable se modificará a lo largo de siete etapas, en las que “es fundamental la participación ciudadana, puesto que “todos los procesos urbanísticos sin la participación serían inviables, inútiles o inoperantes”, por lo que mostró la disposición del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mijas a “recoger el mayor número de aportaciones” para que el documento resultante “se ajuste lo más posible a la realidad” y sirva para “resolver problemas reales”.
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