(des)Bordes Urbanos #1: ‘Políticas, proyecto y gestión sostenible en la ciudad de la periferia’ Entrevista a Salvador Schelotto.
por Fiorella Russo — Martes, 7 de enero de 2014
Comenzamos el año inaugurando una nueva serie temática de artículos para La Ciudad Viva ‘(des)Bordes Urbanos: Políticas, proyecto y gestión sostenible en la ciudad de la periferia’, inspirada en compartir el trabajo que llevamos a cabo en los diferentes grupos y países que participamos de esta interesantísima red temática del programa CYTED. Destacamos de antemano, como aliciente para continuar y recrear nuestra labor investigativa, el intenso y enriquecedor intercambio de ideas, experiencias, discusiones y propuestas dadas en el último encuentro regional de la red en España, celebrado en Granada los días 11, 12 y 13 del pasado mes de diciembre 2013. A continuación en estos primeros artículos os presentaré la red y la temática de primera mano a través de la visión de su coordinador general, el reconocido arquitecto-urbanista Salvador Schelotto[1]. Esperamos que las cuestiones que aquí compartiremos os interese tanto como a quienes participamos de la red, y os invitamos a que os suméis en esta construcción colectiva y colaborativa del conocimiento. Aclaramos de antemano que dado el interés y la extensión de la entrevista, la hemos dividido en partes, aquí va una primera entrega centrada en presentar la red.
- ¿Cómo surge la red temática en el marco de CYTED “(des)Bordes Urbanos”?
Surge de una oportunidad y de la confluencia de diversas prácticas: se trata de laconjunción de la mirada académica por un lado y de la construcción de una red que vincula además lo social y lo institucional. El nombre que podría resultar curioso ‘(des)Bordes Urbanos’ tiene un subtítulo más específico: ‘Política, proyecto y gestión sostenible en la ciudad de la periferia’, un encare que tiene que ver con la identificación de ciertas situaciones, como son las de las periferias urbanas que presentan problemas concretos, específicos, tanto en ciudades de los países con menor desarrollo relativo como en los países con frecuencia denominados ‘desarrollados’. Las periferias de nuestras ciudades – y particularmente de las ciudades medias y de cierto porte- son espacios problemáticos, de conflicto y de transición.
- ¿Es una red de ámbito internacional, de qué características?
La red la integran un total de 10 grupos pertenecientes a seis países iberoamericanos – dado que Iberoamérica es el alcance del programa CYTED-, siendo gran parte de ellos de inserción académica, y también colectivos de profesionales o de trabajo a nivel de inserción social e institucional. Nuestra red tiene además la vocación de involucrar a otros grupos, en todas nuestras actividades hemos mantenido la idea de no cerrar los encuentros, los debates y los intercambios, sino más bien de ‘incluir’, de estar abiertos a las comunidades locales y también a otros grupos de investigación o equipos que están interesados en la temática y se van acercando. La conformación inicial de la red fue un poco aleatoria en la medida en que a partir de una convocatoria de CYTED a comienzos de 2011, se vio la oportunidad de consolidar una red informal de vínculos que ya existían entre nosotros, con preexistencia de ciertas confianzas, de experiencias previas y la oportunidad de poder presentarnos asociados a una convocatoria de un Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo – programa CYTED-, nos consolidó formalmente como red. Ahora estamos en funcionamiento exactamente desde hace dos años, y con el desafío de instrumentarla y ponerla en práctica.
- ¿Quiénes la integran?
Te lo cuento de sur a norte la integran grupos de Argentina de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Litoral en Santa Fe coordinados por Paola Bagnera; de Uruguay de nuestra Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República de Montevideo a la que pertenezco; de Chile coordinado por Ana Sugranyes de la Coalición Internacional para el Hábitat (HIC) – que es una red de organizaciones sociales internacional-; de Brasil que tiene tres grupos: uno deNuevo Hamburgo que es una ciudad que forma parte de la corona metropolitana de Porto Alegre, perteneciente a la Universidad FEEVALE, el grupo Ambiens Sociedade Cooperativa de Curitiba y el grupo de Sao Paulo que pertenece a la USP-universidad de Sao Paulo- del LABHAB ‘Laboratório de habitação e assentamentos humanos’ -; de Ecuador de la Organización Latinoamericana y Caribeña de Centros Históricos que es una organización internacional, cuyo referente en esta temática es Fernando Carrión en Quito. Y de España, tres grupos españoles, uno deBarcelona que integra –entre otros- Pedro Lorenzo del grupo Architects Without Borders de la UIA Union Internationale des Architectes, otro de la Universidad deSevilla el grupo de investigación ADICI Aula Digital de la Ciudad coordinado por Esteban de Manuel, y otro de la Universidad de Granada el equipo de investigación del proyecto PLANPAIS coordinado por Alberto Matarán.
- Desde este planteo que hace la red ¿cómo definirías el concepto (des)Borde Urbano?
En realidad se trata de un concepto polisémico, como red hemos ido acercándonos a ese concepto en sucesivas instancias de encuentro que en principio había sido formulado de una manera muy genérica, partiendo de la situación más territorial-espacial. Las dinámicas periféricas son procesos vivos que se registran en muchas ciudades iberoamericanas y a nivel mundial, presentan una dinámica de crecimiento que también es como la contracara o laconsecuencia natural del vaciamiento de las áreas urbanas centrales e intermedias y que también generan fenómenos nuevos – o a veces no tan nuevos-; fenómenos que son motivo de nuestras preocupaciones. Por un lado se visualiza cierta tendencia a la ocupación de espacios que anteriormente eran productivos agrícolas en los antiguos cinturones externos de las ciudades, por otro lado situaciones de infravivienda o de carencia de infraestructuras y equipamientos públicos, acoplados el crecimiento de población en áreas con dificultades o vulnerabilidades y riesgos desde el punto de vista ambiental. Y por otro lado también cierta segregación o especialización social, porque estas periferias no son sólo o únicamente ámbitos de poblaciones carenciadas o pobres, también hay procesos de crecimiento y desarrollo de periferias de sectores sociales con capacidad económica que se “fugan” de las ciudades y generan una pérdida de la diversidad que es justamente una de las grandes riquezas de los tejidos urbanos, la diversidad social, cultural, funcional, etc. Entonces el (des)Borde alude en primera instancia a esa dinámica que no ha sido por ahora gobernable, de crecimientos periféricos ‘espontáneos’, no planificados o no gobernados.
Pero luego también empezó a discutirse el tema del desborde no como un mero concepto geográfico y espacial, sino además como un factor social, es decir, cómo estos procesos pueden ser leídos como (des)Bordes de procesos sociales emergentes, de formas de organización de la sociedad, y también desbordes de las formas tradicionales de manejo o gestión de las ciudades, de formas de organización social, de la vivienda, de las políticas públicas que están fracasando o que no son suficientes para atender y encauzar estas problemáticas.
- Desde esta perspectiva ¿cuál es la situación de las ciudades latinoamericanas?
En América Latina, un continente diverso, enorme, que contiene situaciones muy contrastantes, estamos viviendo una situación bastante curiosa y novedosa en estos últimos años, y es tan “nueva” como tendencia que aún no hemos tenido y no tendremos -quizás por un tiempo- instrumentos para medirla y calibrarla. Por un lado está ocurriendo algo que no es idéntico a los procesos de los últimos cuarenta o cincuenta años. Es decir, en la mayoría de los países latinoamericanos –no te digo todos porque esto no es así en cualquier ámbito geográfico-, pero buena parte de la llamada “transición demográfica” ya se ha cumplido, esto implica que entre otras cosas la migración campo-ciudad es un proceso completado, un proceso de urbanización violento que se dio en la segunda mitad de siglo XX, en buena medida está cumplido. Esto ocurre claramente en los países del cono sur Argentina, Chile, Uruguay, pero también en buena parte en el Brasil urbanizado, en países de Centroamérica y el Caribe. Por cierto que persisten sociedades que aún son fuertemente rurales y que aún existe esa coexistencia de mundos con un peso importante del mundo rural, como Bolivia, el propio México incluso o Ecuador por mencionar algunos. Pero en cierto modo el violento crecimiento de las periferias como consecuencia de la migración urbano-rural ya es un proceso cumplido y que viene siendo sustituido por procesos más modernos.
- ¿Cómo describirías entonces el proceso actual de los cambios poblacionales que experimentan las ciudades?
Te diría que ahora en cambio se producen migraciones intraurbanas y desplazamientos internos de población. Te había mencionado un proceso que es clásico a nivel mundial y aún en los países desarrollados que es la pérdida relativa de población y de dinamismo de las áreas de la ciudad consolidada en desmedro de las periferias, ese es un proceso vivo y que está ocurriendo ahora mismo. Y por otro lado esa consolidación de la ciudad de la periferia, en un proceso que ya incluye varias generaciones de habitantes, de pobladores, comunidades con frecuencia precarizadas, que están asentadas desde hace muchas décadas y que ya tienen varias generaciones de vivir en el borde urbano, en muchos casos en condiciones de precariedad que están reclamando una respuesta específica a esa situación. No es posible pensar que esto va a ser una situación transitoria o reversible, sino que más bien hay que pensar desde ese lugar de vida, de desarrollo de las comunidades, merece nuestra atención y nuestra respuesta.
Y ese panorama es paradojal, y con esta afirmación cierro el razonamiento anterior, porque se da a su vez en un momento en América Latina de importante crecimiento económico, que ha sido insólito, una década prácticamente de crecimiento sostenido de la economía, del producto interno bruto –PIB- de cada uno de los países y global del área, de cierta reducción de desigualdades y de la pobreza medida por ingreso, pero que no se acompaña en proporción al crecimiento económico, y sin embargo, de mantenimiento de significativas carencias críticas en los espacios urbanos periféricos. Es interesante comprobar, a casi diez años, cómo ese crecimiento económico no ha generado distribución, o por lo menos no en forma suficiente, ni mucho menos superación de problemas críticos en las periferias urbanas y de las poblaciones en ellas asentadas. Creo que es un proceso que hay que estar muy atentos, y ese proceso en cierto modo es diferente, aunque tiende a igualar algunas realidades con lo que está sucediendo en la actualidad en España, con una situación de crisis global que se arrastra al menos desde 2008, que ha tenido una repercusión muy fuerte en el campo de las ciudades, de la vivienda con todo lo que ha sido los efectos perversos de la burbuja inmobiliaria, sus consecuencias, los procesos de los desahucios y bueno… todas las consecuencias de la recesión y la altísima desocupación que existe hoy en día, que están generando situaciones que son críticas en algunos lugares y que ustedes conocen muy bien y han sido protagonistas de algunas respuestas.
- ¿Cuáles son las principales dificultades que afrontan las periferias en las ciudades latinoamericanas?
Son situaciones que tienen énfasis y particularidades específicas en cada región, una cosa es hablar de ciudades en la Península Ibérica, otra de Latinoamérica y el Caribe, pero a su vez dentro de cada ámbito hay situaciones muy variadas, cada ciudad y cada comunidad tiene sus situaciones concretas y sus respuestas posibles, pero de todos modos creo que es importante pensar que hay unaproblemática general de conceptualizar la idea de “déficit urbano habitacional”. No estamos hablando ya como se habló en décadas pasadas del problema de la “vivienda”, si bien en nuestra red hay muchos grupos y personas que desde hace mucho tiempo están involucradas desde la investigación y desde la práctica en la temática de la vivienda popular, este tema no se resuelve meramente con la construcción de viviendas o con la mejora de viviendas, sino que se resuelve con una respuesta integral que abarque lo urbano-habitacional entendido como una realidad compleja y sistémica.
Lo que estamos viendo es que en algunos casos – y ahora estoy hablando de las políticas públicas, esto en Latinoamérica ha sido un tema clásico de discusión-, las políticas públicas han sido más ‘viviendistas’ que ‘integrales’, en gran medida influenciadas por ciertas urgencias del punto de vista de la gestión política en cuanto a mostrar resultados cuantificables, visibles, tangibles, lo cual en gran medida es contradictorio con la superación de las carencias; porque influye en las dinámicas de crecimientos periféricos no deseables. Muchas veces las políticas públicas terminan impulsando la concreción de programas habitacionales en el borde de la ciudad o más allá del borde de la ciudad, en ámbitos donde no llegan las infraestructuras, o no hay buen transporte colectivo, o se producen desarraigos de las comunidades con respecto a sus redes familiares, sociales, barriales, laborales…, a esto es lo que en el Uruguay llamamos ‘la respuesta viviendista’ requiere una revisión crítica y autocrítica, y demanda como alternativa la construcción de políticas un tanto más complejas, que atiendan a la diversidad de problemas que se plantean en los ámbitos urbanos y particularmente de las periferias, estoy hablando de no sólo la vivienda como entidad, como objeto, sino de la vivienda en relación a su entorno, con los servicios públicos, con los equipamientos, con los servicios sociales, con la conexión a la ciudad en su conjunto y a la diversidad que es la riqueza de la ciudad.
Continuará…
Fiorella Russo
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