
CÓRDOBA / PRETÉRITO IMPERFECTO
El parcelismo militante
Día 22/06/2014
ABTÉNGASE de que un político le siga la pista en esta ciudad y se preocupe de cuáles pueden ser sus inquietudes si usted no tiene parcela ilegal, no pertenece a ninguna asociación del movimiento vecinal o su máximo establishment; no tiene carné de peña o en su defecto sindicato; no ha pisado el salón de plenos ni con pancarta ni sin ella o no le ha dado por ocupar recientemente algún espacio público (ése que es de todos)... Más aún, si con asiduidad le da por pagar todos los tributos locales de manera religiosa, intenta abrir un negocio sin engañar a nadie, vive en un piso de cualquier barrio donde aparcar es un infierno, le cortan la calle cada dos por tres y casi nunca protesta, o para colmo de males es de los que «va a misa a la Mezquita», dése por perdido e ignorado. Como si no existiera. Siéntase parte integrante del que podemos llamar partido invisible de Córdoba que apenas si da juego en los sondeos baratitos y no cuenta con la fortuna de aparecer en la agenda de ningún prócer de ésta que fuera colonia patricia. Ni tan siquiera en la de los aspirantes a candidato, que ya van teniendo su importancia en ésta que fue capital del Califato omeya.En la última década, los políticos de esta ciudad han dado tres amnistías a un colectivo que se viste de cordero siendo lobo
Pero de todos los lobbies anteriormente señadlados hay uno que, haya o no crisis económica, cambien los habitantes de la planta noble de Capitulares o se haga una gran obra de la Junta en Córdoba que no la proyecte Juan Cuenca, es intrínseco al paisaje sociológico y político de una ciudad condenada al mismo chantaje siempre. A entender la norma por su vulneración sistemática y a somatizar la trampa como una forma de vida y hacer política de hechos consumados y victimismo social. «Las criaturas». El parcelismo militante, transversal en las cuentas de la lechera que PP, IU y PSOE hacen sobre los factores correctores de Podemos y Sandokán para 2015, se ha aupado con el tiempo a la categoría de fuerza local con un claro hueco en el juego de intereses, promesas y supuestos caladeros de sufragios determinantes. Usted es plano, cumple las normas, no cuenta. Aburre.
Vamos camino de la tercera amnistía al parcelismo militante en ésta que fuera urbe real. La primera llegó con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) recién horneado. Ocho millones de metros cuadrados de parcelaciones ilegales se convertían por la magia del urbanismo en suelo urbanizable con los mismos derechos que esas primeras urbanizaciones a precio de vellón de El Cortijo del Cura, Carrera del Caballo o Mirabueno. Corría el 2001. Mellado, el conspicuo líder socialista, bendecía con una mano la operación mientras que con la otra precintaba a la banda del ladrillo impúdico, que roturaba tierras y metía «criaturas» en autobuses para escriturar sus cachitos de felicidad proindivisa.
Luego llegaría la segunda amnistía. Modificaron el PGOU para dar cabida a otro «milloncillo» de metros cuadrados irregular. Les dio cargo de conciencia, claro. Y trece años después, cuando ni tan siquiera hoy ninguna de esas primeras parcelas ha recorrido completo el camino de trámites urbanísticos para lograr la licencia de la que carecen, todas las fuerzas políticas se han puesto de acuerdo para hacerle la ola por tercera vez al parcelismo militante. Toca rebajarles los límites legales de habitabilidad, darle oficialidad a los enganches que se venían permitiendo bajo cuerda toda la vida, y estudiar hasta la posibilidad de rebajar las sanciones económicas. Cheque en blanco, ridículo y vergonzoso entreguismo en pos de unas elecciones en las que el voto de un parcelista parece que vale doble. El de usted, cordobés plano y llano, ni la mitad. Serán cosas de la Ley D’Hont.
En
primer lugar, desencantado de saludarle, señor Poyato.
Lejos
de mi ánimo querer ofenderle, todo lo contrario, le dirijo un halago, en
relación a lo que pasa por mi mente, en
referencia al bodrio, desde mi punto de vista, que no sé si Ud. o alguien que
le quiere mal, ha titulado “El parcelismo militante”.
Después
de leerlo, me fui a echar la siesta y,
durante esta, tuve sueños borrascosos.
Solo vi seres abyectos, pegajosos y babeantes revoloteándome por la
cabeza, con ganas de devorarme, junto a
los que me rodeaban.
En el
trasfondo y a modo de pancarta, recuerdo en la neblina onírica, rotulado en un
verde viscoso El Parcelismo Militante,
tremulante y
amenazador sobre nuestras cabezas en su deambular por el escenario tormentoso
indescriptible y vomitivo.
Al
volver sobresaltado a la realidad, tenía todavía ante mí el infraescrito de
marras.
Han
pasado dos horas y, aún persisten las ganas de vomitar en mis intestinos. Pero ya irán pasando. Espero.
Por lo
leído, me da la impresión de parecerse a un paisano que se rodeaba, de lo que
se suele llamar en la jerga, gente
de buena familia. Es decir, obedientes, poco dotados para abandonar a las estructuras del sistema, de
los que saben dar cabezazos y decir: Sí,
bwana.
Este
señor trepó y trepó y trepó… Llegó a tener un cargazo ¡Era tan bien mandado…!
Aprovecho
para decirle que la ortografía no debe ser su fuerte.
El
panfleto que ha ¿ha salido de su pluma? Empieza mal. Hoy no le voy a cobrar por
la clase. Señor, donde dice ABTÉNGASE, debiera decir ABSTENGASE. Aunque ya tan
mayor, puede que haya cosas difíciles de
aprender.
Es
usted magnífico para encasillar a los demás. Habla de parcelistas ilegales
(todavía no ha aprendido lo de parcelas irregulares, hoy tampoco le cobro
por esto), pancarteros, movimientos vecinales, peñistas, … grupos a los que dirige sus envenenados
dardos.
Y ahí
se confiesa, nunca mejor dicho. Ensalza a los que, con todos mis respetos, van a misa a La Mezquita. Ahí, sí. Ahí se
quita Ud. el sombrero. Estos sí que son los buenos para Ud. El resto de los
mentados, por exclusión, ¡A por ellos!
Por
cierto, se le ha olvidado hacernos una semblanza de los miles de políticos de
alto, medio e inferior rango, encartados por la justicia, debido a lo que el
acervo popular conoce como chorizos ¿Casualidad, olvido? Usted
dirá. A estos, no los encasilla.
Tampoco
mete en el saco, de los nombrados en su escrito, a los medios que camuflan el
diario acontecer y que reciben sustanciosas subvenciones de las distintas
administraciones ¿Está El Diario de Córdoba entre estos subvencionados que viven de la
mamandurria y que ya pocos leen, salvo los que, al parecer, adulan al amo?
Sería interesante su respuesta, pero
justificada con la cuenta de resultados del ejercicio anterior. A ver si este
Diario camina por sus propios medios o necesita biberones externos.
Le recuerdo
algunos detalles, por si quiere redactar otro panfleto bis. Existen
Urdangarines y los que lo rodean, Fabras, Jaumes Matas, ERES, Cursos de
Formación,… No los cita ni por asomo.
Por sus
andares se le ve venir. Por lo visto es fácil desviar la atención del clima
insostenible que tenemos dirigiendo su veneno hacia el de abajo.
Se
ensaña con el que ha sido estafado por un promotor que ha vendido una
parcelación y se ha quitado de en medio, estafando a gente sencilla que ha
pedido sus correspondientes préstamos hipotecarios para estafar al personal.
Personas que, de haber tenido medios, como es lógico, hubieran accedido a un
chalé en una urbanización de lujo y con todas sus bendiciones.
Le
recuerdo que entre los propietarios de viviendas irregulares hay también
personas que por alejarse de lo que llamamos un subvencionado, han construido
su vivienda, en sábados, domingos y fiestas de guardar. Otros mientras iban a
misa.
Poner
en su conocimiento, sigo sin cobrarle, que en Andalucía se calculan unas 300.000
viviendas de las que usted subestima y en España, un millón.
Miles
de extranjeros han sido estafados por promotores delincuentes que, de acuerdo
con políticos de su misma calaña, han abusado de la buena fe de quien ha
comprado esas envenenadas viviendas que han supuesto un losa para su merecida
jubilación. Para el sueño dorado en España. Lea, lea, los periódicos ingleses,
belgas, etc. Para estos ciudadanos era impensable que una vivienda se pudiera
construir y transmitir y que después viniera la administración a demolerla, aún
teniendo licencia.
De la
tarta han participado bancos, notarios, registradores, las diversas
administraciones, agencias inmobiliarias, políticos,… Pero Ud. va a lo fácil y
se ensaña con el de abajo. Es lo que en términos bélicos se denomina una
maniobra de diversión o el efecto pulpo. Vamos a enturbiar el paisaje, para que
no se vea lo que lo rodea. Tampoco cita a ninguno de estos actores.
¡Qué
bien! Y a todo esto, sin despeinarse. Se queda Ud. tan pancho
Asimismo,
le recuerdo que la mayor parte de las concentraciones humanas se han
constituido bajo presión demográfica y no por orden de los poderes fácticos ¿O
les negamos la existencia a quien no pueda acceder a una vivienda urbanizada?
¿Qué se hace, dormir en la calle? ¿Cobijar a los hijos bajo un puente?
Puede
que Ud. tenga medios de vida suficiente, así como los de su grupo, para
adquirir una vivienda o parcela de
promoción, Otros no tienen esa suerte.
Somos decenas de miles de parcelistas organizados
en la ¨Confederación CALU.
Reenviaremos
sus
perlas a todos nuestros integrantes, para que hagan cálculos y puedan
apreciar qué medios se destacan por sus
lindezas, debido a los escritos vomitivos que nos dirigen.
Por mi parte, hasta nunca. Siga, siga haciendo amigos así.
Después de su bodrio, puede ir a darse un
paseo y tomar viento fresco o lo que le parezca... “señor”.
Manuel Hidalgo Romero.
17/06/2014 a las 21:15